ENSAYOS

Algunos ensayos



LA FELICIDAD VIENE EN DISCO: Celebrando vida y obra de BRIAN D. WILSON 
Un medio sordo que no puede oír en estéreo, ¡podría ser uno de los mayores genios en la música de la era estéreo! ¿Te cuento la historia de un músico que hizo llorar de amor a Peter Townshend, a Neil Young, y a Bob Dylan?
Nació en Inglewood, California, un glorioso 20 de junio de 1942. Además de haber nacido zurdo, desarrolló tempranamente un 96% de sordera en su oído derecho -que no se sabe a ciencia cierta si fue un accidente, un golpe, o una “lección” de su milicoide padre-. Sin embargo, nuestro Beethoven del sXX fue muy ducho para defenderse con la música desde chiquilín, y respondía alegremente a las melodías que oía, repitiéndolas con facilidad ya antes de empezar a hablar, y convirtiéndose luego en un diminuto fan de Gershwin. Por lo tanto, su padre Murry lo puso a laburar inmediatamente, siendo sólo un adolescente. Así fue como, a principios de los ´60s, y luego de varios intentos erráticos de bandas, formó finalmente los Beach Boys, junto a sus hermanos Carl y Dennis, su primo Mike Love, y Al Jardine, compañero del colegio (aclaremos: lo conoció en la primaria; no yendo Al Jardín). Brian, autodidacta, sin haber tomado jamás una clase, tenía un (en este caso, más literal imposible) oído privilegiado. Aprendió bajo, guitarra, batería, y piano; y le agarraba la mano a cualquier instrumento que se le pusiese enfrente. Un verdadero espectáculo viviente; piedra preciosa en bruto pronta a su pulido. Pero, además, era claro que no era un simple intérprete: llevaba en su cabeza la sinfonía imposible que sería más tarde cada exquisito disco de la fabulosa banda, que aún hoy nos parte el cerebro en pedacitos y nos deja idiotas de placer.
Así es como Brian se convierte en productor, compositor, arreglador, y cantante de los Beach Boys; en otras palabras, el indiscutido líder, aunque por lo general se lo vea camuflado como uno más (el más lindo, para mí) tocando el bajo, en actitud muy particular: tímido, y con cierta cara de dormido; como achinado.
El jovencito es una máquina de trabajar. A pesar de ser el hacedor de la cosa, mantiene un perfil bajo. Pero no todo lo que brilla es oro, y el muchacho lentamente irá pagando el pato de ser un geniecillo explotado.
Con un comienzo prolijito y trajeado, políticamente correcto, y cierta imagen de candidato ideal de una mamá para su nena, The Beach Boys dan sus primeros pasos en eventos como la bizarra película El tío del mono, hasta que desarrollan su propio estilo y gestan, o ayudan a gestar, el California surfin´ sound: básicamente, una música pop, alegre, pegadiza y coral -llevada a cabo por gorditos con pinta de inaguantables nerds- en la que se habla de lo moderno: surf, playa, sol, bikinis y, por supuesto, amor loco y desenfrenado. Las letras no se la juegan mucho más allá de eso… en aquel primer momento. Pero no por eso las chicas (las chicas bien) se derriten menos. Con sus cortes de pelo abundantes y flequilludos, los BB se convierten inmediatamente en un mega suceso comercial, oficiando como una especie de “negativo” de los todopoderosos Beatles. Porque en Londres no tienen ese clima de romance calentito sobre la arena y atardeceres rosados: los BB tienen ese no sé qué, ese espíritu californiano de azúcar, sabor y beso arenoso que nada tiene de pieles blancas teta y copiosas tardes de lluvia, ni de “inglesas feas y bigotudas” estilo reina Isabel. Al instante, los Fab 5 son adorados por las masas de teens en EU, que, además de embobarse con los ejecutores de semejante pegadizo sonido cual colifas embichadas, canalizan “sanamente” su monotemática y obsesiva fiebre beatle (más tarde Brian diría, bromeando, “las chicas gritaban por los Beatles a través nuestro”, en relación a la beatlemanía, que era mucho mayor que la improbable beachboymanía).
Fiebre mental de las masas yanquis; primeros pasos de un pop en pañales, chicas sacadas irracionalmente y un cóctel, para los regordetes jóvenes, que, acompañando de un duro trabajo, aumenta su oferta de tragos, drogas, sexo y descontrol. Al mismo tiempo, son ciudadanos ilustres y el gobierno de California reconoce una y otra vez a Brian, de 20 años, y los suyos, como embajadores culturales, así que la clase política, para bien o para mal, los ama también. Todo es tan, tan moderno y heavy metal para la época, que las mujeres se desmayan, los hombres los imitan, y nadie sabe muy bien qué está pasando… pero sí que lo están pasando bomba. Porque la música deja de ser algo que se comparte con los padres, y algo les empieza a hacer cosquillas en la panza cuando llega el viernes a la noche. Y Brian está ahí, en el ojo de la tormenta.
En el ´66 aparece Pet Sounds; Brian tiene ¡23 años! Sus tracks son uno más imposible que el otro, innovadores y originales, artesanalmente manufacturados, y hermosos por su perfecta armonía de notas, digerible hasta para cualquier barrabrava de La 12; y el trabajo minucioso de orquestación y mezcla. El mundo del rock y el pop empieza a mirar a los Wilson con más crédito que el que le dieran a los otrora “muchachos rechonchitos que cantan sobre surf”. Consabida es la admiración que sus “rivales” -que nunca lo fueron; recordemos el factor manipulación mediática, a pleno en los 60s-, los 4 de Liverpool, les fueron tomando a sus parientes quemaditos; en especial McCartney, que siempre se ocupó de reivindicar a Wilson como una de las grandes fuerzas inspiradoras de los Fab Four, y su héroe particular (mientras John, mientras tanto, hace buenas migas con un fumeta Bob Dylan.. que, a su vez, después pega particular onda con Harrison -y Lennon con Nilsson; y todo sigue así, como una rueda; que va y vuelve de y hacia Van Dyke Parks o Phil Spector; pero esa es otra historia-). Pero todos los mejores de la época reconocen la calidad de los Beach Boys. Un comentario que pareciera que no tiene nada que ver, por si algún nerd del rock llegó hasta acá fascinado con estos tipos y pensando que la posta rockera sale sólo de allá, y que siempre hablamos de los mismos, lo cual en parte está muy bien fundamentado; aclaremos que si hablamos siempre de los mismos no es sólo por su talento. En realidad los conocemos, y produjeron lo que produjeron, no sólo por su talento, sino porque vivieron en un entorno que les dio oportunidades; que los produjo y los apoyó. Acá, si hubiésemos, o mejor diré, hubiese algún talento aproximado a éstos, que los hay, desaparece en las burbujas de un agua tónica así como vino, porque acá no nos produce ni el loro, así que atendemos kioscos. Pequeña aclaración pseudo reivindicativa del criollismo; y retomo Brian.
Más tarde ese año, y con el ímpetu logrado por el más de millón de copias vendidas del revolucionario Pet Sounds, Brian y sus muchachos trabajan en Smile, en el que dejarán fluír libremente su dulce locura. Tiene climas, experimentos sonoros, ruidos, diálogos; los temas no se cortan, la estructura estrofa puente estribillo se va a la miércoles, las letras son más deliradas. En pleno surgimiento del estéreo, lo que causó una sensación descomunal, nuestro sordo favorito produce los mejores discos… sin poder experimentar él mismo el estéreo. El bueno de Van Dyke Parks es ahora colaborador de Wilson y, juntos, producen un sonido aún más innovador y atrevido, en este marco de surrealismo en que se gesta Smile. Pero, por ser muy adelantado a la época, se arma la bronca con la discográfica, que, una vez grabado el disco, abandona la mezcla y decide no lanzarlo. Sumado a ésto, los choques internos de la banda aumentan, y aparentemente sus compañeros lo dejan solo en la defensa de Smile, cómodos, la mayoría, con las canciones surferas que venían haciendo para chicas y mamás (y no entremos a defenestrar a Mike Love, que no nos cae bien; porque acá sólo queremos hacer el amor y no la guerra). El golpe para Brian es demoledor: su mejor trabajo hasta entonces no sale a la luz, y al prolífico artista le hacen lo peor que puede hacérsele a un genio: no lo dejan crear (recordemos, pequeños saltamontes, que hace algunas décadas, no existían ni el froot loops, ni la grabación doméstica, ni youtube; y dependías 100% del contrato con la discográfica para poder fabricar aquellos brillosos y negrísimos discos de pasta). Es difícil explicar con palabras lo que puede significar para un músico llevar a cabo el disco de sus sueños, para que, después de grabado, le digan “no sale”. Debés tener una tenacidad a nivel alien para pasar esa experiencia y no volverte loco.
Lo único que les ofertan, es lanzar el single Heroes and Villains, lisérgica canción de ribetes sinfónicos, como el resto del malogrado disco. El altercado termina con una negociación: les permiten lanzar un disco parecido a Smile, pero no exactamente Smile, con la siguiente premimsa: “todo lo “rarito” hay que volarlo”. Cuesta creer que este single consigue apenas el número 12 en los charts norteamericanos. Más tarde, surge Smiley Smile, que es el que llega a las bateas, y que cambia su nombre por ser como un hijito menor de la verdadera obra que Brian en realidad tenía entre manos: una versión edulcorada, apta para toda la familia; que no denote en ningún momento las asociaciones a experiencias psicotrópicas, huertas, meditación. Una onda “disfrazámelo al Brian de Palito Ortega”.
Si Smiley Smile es una piedra preciosa, imaginen lo que hubiese sido Smile, la “deidad prohibida”.
Pero, todas estas complicaciones, estas piedras en el camino, dejan severas consecuencias en Brian. A medida que el tiempo pasa, es evidente que no sólo es el motor de los Beach Boys: es un genio total, es un desubicado, es una máquina de fabricar canciones superlativas y perfectas, una tras otra, como un alienígena enfermito que bajó de un ovni. Y como la mayoría de los genios, se siente, frente a todo este fenómeno de fanatismo, raro, nervioso, un tanto antisocial, y algo perturbado; como de no terminar de disfrutar del todo lo que le está pasando (¿quién podría?). En 1968, Mike, “el primo”, se va a la India a meditar con el Maharishi, y los restantes BB y su equipo producen un disco sencillamente insuperable: Friends, sin Love (¿será por eso uno de mis discos favoritos?). Más tarde llegaría el extraño, simpático, esperpentoso y algo hot (¿¡y por qué caer en los encasillamientos y motes tontos de crítico de rock!? escúchelo Ud mismo) Wild Honey, y las malas lenguas empiezan a hablar de un decaimiento vocal de Brian, y demás rumores malintencionados.
Paulatinamente, a medida que se suceden los problemas y las contrariedades, Brian se siente más cansado y va perdiendo, junto con cierta desilusión general, el interés por los escenarios, el estudio, los horarios, y demás responsabilidades. Esto se encuentra en las letras; citemos por ejemplo las monumentales I Just Wasn´t Made for this Times, Busy Doin´ Nothing, Time to Get Alone, o Til´I Die. Ya los Beach Boys tienen más líricas mucho más relevantes y profundas, y Brian comienza a destacarse, como un artista con A mayúscula.
A mediados de los ´70, a medida que va experimentando más y más con las drogas de aquel momento –que, a prop, no ayudan demasiado a su estabilidad emocional-, haciéndose más dependiente, el genio imposible se va alejando de la banda: primero, con la idea de componer y grabar pero no salir de gira, que es toda la etapa en que lo vemos, en un costado del estudio, con la camisa abierta y la panza que sobresale, barbudo: tocando, pero como ausente. Más tarde, ya totalmente alejado del compromiso. Pasa en estos casos exagerados en que la vida ofrece una adrenalina desmesurada, que todo lo que sube mucho, baja mucho, y la consecuencia, es un Brian destruído y agotado. No le interesan ni la fama, ni la guita, ni las giras, ni las mujeres. Sólo está desesperadamente necesitando paz mental. Monosilabea, parece delirar. Muchos lo aplauden sin entender bien qué dijo. Otros ríen no con él sino de él; en especial esa clase de personas que no ve el genio en otros y que se cree la gran cosa frente a la aparatez ajena. Él ríe, pero está terriblemente triste. A veces no habla por horas. También se lo ve un poco superado por su temprana paternidad y la vida de familia que no maneja del todo. Es obvio que a Brian le pasa algo, y algo serio. Fue excesiva la presión, por todos los frentes, para un chico que no terminó de curtir su infancia. Y ese algo tiene que ver con mucho, mucho sufrimiento en soledad: maníaco depresión, bipolaridad, son términos con los que hoy podemos intentar explicar lo que Brian estaba padeciendo, que, en aquel momento... todavía eran palabras nuevas y desconocidas. Es necesario entonces, por su bien y el de la banda, aislarlo, dejarlo tranquilo.
Su adorado hermano Carl toma las riendas, y Brian se confina en su retiro. Son éstos los intermitentes períodos en que la banda sigue sola. Pero la ausencia de Brian es evidente, más que nada en lo musical. Cuenta él más tarde que hubo todo un período del que prácticamente no recuerda nada; sólo registra que “cree (repito, cree) que tomó mucho LSD”. Imaginen lo que es esa luz verde para tomar cantidades ilimitadas de ácido del más puro, del líquido, para su de por sí hiperactivo cerebrito... Y los millones de dólares, y los “vivos” que se acercan a proponer cosas, y los que lo quieren bien, la locura, esa presión multiplicada por mil.
Pero este aislamiento de Brian no lo aleja de los vicios: se dedica al ocio, se engancha aún más con la cocaína, acostumbrado a usarla para impulsar sus noches de largas grabaciones y composiciones, pero soportando después los correspondientes bajones suicidas de miseria total. Él mismo denomina sus aterrizajes como “nada, excepto basura”. Es evidente que está superado por los acontecimientos que conlleva la fama, y señales de profunda depresión van apareciendo, tanto en lo psíquico como en la dejadez física, lo cual también transforma significativamente la temática de sus letras, y aparece un Brian oscuro, que desconocíamos. Aunque nunca pierde definitivamente la buena onda general y el mensaje positivo: parece, por un lado, dejarse morir, pero nuestro héroe, mientras lucha con sus demonios, no escatima en seguir tirándonos buenas vibras a todos sus nerds seguidores. Es que Brian es un tipazo.
En soledad, “oye voces”, que lo persiguen y torturan, diciéndole cosas como “you´re a fake” (sos de mentira), o “you´re a crap" (sos una porquería). Abandona la música, y se vuelve considerablemente loco. Prácticamente, no se comunica con nadie. Se escapa de la gente, dedicándose, como él mismo definiría, durante unos dos años, a hibernar, “quedándose todo el día en la cama, mirando TV, comiendo, filosofando y tragando cocaína, como un yogi en la colina”. La “maquinaria Wilson”, arsenal detrás de Brian, o la energía viva de su presión creativa, preocupada, busca soluciones, confronta y se divide, y es el tema obligado de conversación en las cenas, buscándose la mejor salida posible a su delicado estado mental.
Así que finalmente, en el ´75, acepta la oferta de ayuda de un excéntrico y bajito psiquiatra llamado Eugene Landy, que alguien tuvo la grandiosa idea de sugerir, y quien hace a Brian protagonizar una especie de experimento psíquico-holístico espectacularizado, so pretexto de lograr su curación. Comienza con pesados psicotrópicos. Agrega la parte de personal trainer para hacerlo bajar de peso. Saca al beach boy de la cama, lo lleva a a correr por la playa, gritándole cosas pseudo alentadoras como “tú puedes, chico, tú puedes”. Así, intermitentemente, lo tiene pupilo hasta principios de los ´80 -mientras engrosa desvergonzadamente su billetera-. Al principio, hay logros en cuanto a su sociabilización y sus ganas de vivir. Pero paulatinamente, lo va separando de las “influencias negativas”: sus hijitas, que crecen sin ver a su padre, sus amigos, sus hermanos, siendo ya “oficialmente” separado de BB, “por su bien”. Con la esposa directamente la cosa se va a la lona, pero Landy le dice, “es en pos de tu superación... baby”.
Con quienes no le hace cortar relación, eso sí, es con las bienamadas drogas, por lo que acaso Brian se sienta cada vez más cómodo en sus manos, por ser un aparente “doctor re pro”, pero que en verdad está sacando provecho de una persona confundida e indefensa. Dr Landy se convierte en algo así como su “monitor de adicciones”, mudándose a la casa de Brian, y observándolo las 24hs., como un tutor / encargado, u obsesivo gurú que arrulla –literalmente- a Brian como si fuese un bebé, en escenas inverosímiles que ni el más kitsch de los medios periodísticos termina de digerir. El pobre de Brian se convierte ahora en algo bastante grotesco, y Landy no lo hace dejar las drogas; lo deja ser, pero lo “controla”. El músico es un experimento viviente, que traga sustancias mientras lo llevan y traen, de un lado para el otro, tipo souvenir de masas para la foto.
Pero Brian enfrenta entonces otro golpe: en el ´83, su hermano Dennis, baterista y polémico “amiguito” de Charles Manson, muere ahogado, luego de excederse con el alcohol y salir en su barco “a buscar unas cosas que había tirado al mar”. Esta novedad, no ayuda al débil Brian. Landy hace ahora las veces de RRPP, cuando Brian es invitado a algún nuevo proyecto, actuando como el vocero piola de un pobre lisiado mental –que vendría a ser nuestro Brian-, firmando sus contratos, y demás atributos, en pose de businessman, salvador, visionario y… ¡artista! De hecho, lo pone a grabar dos discos: Brian Wilson, y Sweet Insanity, pero los oficios del inescrupuloso doctor se siguen multiplicando, ¡porque también se hace adquisidor de parte de los derechos de los mismos! Y aunque Brian defiende que Landy le haya salvado la vida -y es cierto que en la primera etapa pudo grabar nuevamente, estaba menos antisocial, y bajó de peso-, la continuidad del invasivo y extremista tratamiento del energúmeno doctor va ganando detractores entre quienes quieren bien a Brian. Mientras tanto, el shrink está instaladísimo como un rey en el living que Brian ganó trabajando… como un buey. Los amigos de Brian, la comunidad artística y los verdaderos fans, con quienes Dr Landy no le permite contacto alguno, van gestando una suerte de “campaña anti-Landy”. Y, finalmente, el menudo doctor es alejado del cargo, y Brian retoma contacto con los suyos. Comienza entonces a ser tratado con medicación antidepresiva específica y más suave, y es alejado de los psicoactivos… definitivamente.
Más tarde, en 1998, su hermano Carl, un tipo divino, guitarrista y bellísima voz de la banda, pierde su batalla contra el cáncer. Ésto hunde más a Brian, quien pierde a su restannte y querido hermanito.
Lejos de recaer en el hoyo negro y la depresión, Brian respira profundo y sale a flote, con la nariz limpita, y renaciendo de las cenizas. Su verdadera fuerza no es psicoactiva; es 100% natural (ojo con su apellido, que significa algo así como “hijo de la voluntad”). Y nos deja a todos, una vez más, admirados de verlo sobreviviendo. Con la ayuda de su nueva mujer, Melinda Ledbetter (y siguen los apellidos “casuales”…), y los hijitos que ambos crían, comienza su etapa de “seguridad emocional” (como él la describe), y en 2004, sale a la luz su revancha: Smile, ¡una réplica igualita al Smile original que le censuraron los discográficos caretas, tocada con su banda actual! Que es, inmediatamente, un exitazo, porque ahora el mundo ya sabe quién es Brian Wilson.
Hoy es un tipo sano que, aunque aún pelea con sus demonios a diario, y cuenta que está más lento que antes para componer, tiene la cabeza en su lugar. Sacó, en 2008, That Lucky Old Sun, obra maestra de su madurez artística y personal. Su corazón se emociona, juega con sus hijos, es un tipo sereno, y sigue laburando. Y no hay que ponerle las partituras para que lea, ni se le cae la baba.
Cuando le preguntan por qué, aún hoy, sigue haciendo música, contesta: "Tiene que ver con el amor. Yo sólo quiero que la gente se sienta bien; sólo quiero hacerla feliz".
La madera del genial Brian estaba hecha para flotar en el océano por más tiempo del que muchos hubiesen apostado, porque no es madera común. Y, lo importante, su invaluable obra, que sigue naciendo, y mejora con el tiempo: cada vez que volvemos a poner sus discos viejos, suenan mejor. Brian nos regaló a muchísimos de nosotros, mágica, misteriosa y literalmente, ¡felicidad! Y es acá donde ningún tecnicismo puede teorizar contra lo que yo definiría como música enviada directamente desde el cielo a través de este Mozart de la modernidad. Si me preguntan qué es la felicidad, yo no lo sé, pero mi felicidad ¡¡VIENE ENVASADA EN UN DISCO DE BRIAN DOUGLAS WILSON!! Mi vieja me dio la vida, y Briancito el corazón.
Ojalá haya muchos interesados en experimentar la felicidad envasada en discos de Brian Wilson. Si así fuese, sin dudas, ¡el mundo sería un lugar mucho mejor!
¿Pueden creer que el hombre creó todo eso siendo sordo de un oído?... Bueno; ahí tienen: la historia de Brian. Para cuando un dolor de muelas parezca el fin del mundo.
Copyright Ana Asseo De Choch | 2010
TAXI DRIVER
El día empezaba muy temprano porque la cátedra en la que elegí cursar el último nivel de Historia del Arte arrancaba la primera clase a las 8. Era tentador faltar, pero recordé que faltaban sólo 8 materias para el esperado final de la estúpida maratón académica y la cuenta regresiva ya había empezado. Así que decidí quedarme un rato más en la cama, motivándome para encarar el primer otoño que va apareciendo, despreocuparme, y después tomarme un taxi, por una condenada vez en la vida.
Además, con ésto del Metrobus ya no entiendo nada. Antes tomaba el colectivo en la esquina de mi casa, que me dejaba a una cuadra de la facultad. Ahora, debería tomar ese colectivo a cuatro cuadras, y terminaría en la 9 de Julio (no doblaría y me llevaría hasta el Congreso), así que debería tomar dos cosas, supongo. Qué sé yo... Era demasiado temprano para pensar (y el IUNA no valía tanto la pena): taxi.
El tachero me cayó bien de entrada: "Doblemos acá, ¿te parece? Y agarramos Entre Ríos. No me gusta nada este embotellamiento de Irigoyen..." (¡y era cierto!). Raro -bueno; no necesariamente quiero decir, acorde a mi eterna costumbre de creer que todo el mundo es buenísimo, que el tipo era un pan de dios y lo hacía exclusivamente por mi bien... ok. Pero, al menos para zafar él del tráfico, pegó la vuelta-.  

Breve intercambio amable de palabras, me coloco el cinturón... y el tipo empieza a tararear. Mi atención se siente llamada; no termina de cantar dos versos, prende la radio y se calla. Noticias. Gente. Diálogos, secciones, humor.
Me habla.  
-"Disculpe, con la radio no lo escucho", le digo.
Apaga la radio:
-"Ah... ¡vos sos como esa señora de ayer! ¿a vos también te molesta la radio?"
-"Y, la verdad... El silencio me parecía mucho mejor".
-"No dormiste, ¿no?"
-"¿Cómo?"
-"Si anoche no dormiste bien, digo..."
-"Dormí bien, señor; pienso así las 24hs. del día".
El silencio, efectivamente, regresó, pero esta vez, durante instantes, de una forma quizás -lamentablemente- más antipática.
Pero, acorde con la primera imagen que el hombre me había dado -mejor que la media-, a los pocos segundos empezó a confraternizar de nuevo:
-"¿Vos desayunás?"
-"Sí, ¿y usted?"
-"Yo no. Bah... Una banana con miel, me como. Pero es buenísimo, igual. ¡Es que no tengo más hambre!"
-"¡Pero está bien arrancar el día con una banana con miel!"
-"A veces le agrego pasas... En realidad tendría que ponerle nueces."
-"Sería aún mejor. ¡Pero las pasas están bien, también!"
-"Sí; ¿no?... ¿Y pensás que a las nueces las puedo pisar; hacer como un revuelto con todo?"
-"Pienso que sí."
-"No sé... dicen que desayuno mal".
-"Para mí desayuna bien. Si después come algo..."
-"Después sí; a media mañana paro a comer algo por ahí. Y me pongo a correr, corro varias vueltas a la manzana..."
-"Bueno, ¡la lleva bien entonces! No se preocupe por lo que le digan; es cultural. Si fuese un monje de clausura el ayuno sería una virtud."
-"¿¡Vos sabés que yo pensaba lo mismo!? Está todo en la cabeza, ¿no?"
-"Sí... Casi todo."
-"¿Sabés qué pasa? Yo tengo que poner la radio.. Sino imaginate... Ayer, por ejemplo, unas viejas hablaban a los gritos, una hora, pegadas a mi cabeza. ¡Me vuelvo loco! En cambio, pongo la radio, voy ahí, en mi mundo... en la mía..."
-"Sí, entiendo... ¿Y qué escucha en la radio?"
-"Un CD que saqué. Bah...  en realidad no lo ´saqué` yo; lo compilé, digamos. Arjona, sobretodo".
-"[Duh..] Bueno. Está bueno cantar. ¿Podrá meterle pata por la izquierda, si es tan amable, que llego tarde?"
-"No se puede; es carril único"
-"Ok, respetemos... Pero métale, ¿sí?"
-"Igual falta poco; ya llegamos"...
-"Muy bien; sírvase. Que tenga un buen día. Ahora no lo molesto más, ¿ve? Ya puede poner Arjona a todo lo que quiera. Nada es tan terrible; ya me voy. Hasta luego."
-"Está bien, no hay ningún problema; es mejor, es mejor.. ¡Si escuchara la radio doce horas al día me volvería loco!"

FIN


SHAKIRA ES MI SOMBRA SINIESTRA
Detesto a Shakira vendièndome perchas, dentìfricos, vestidos, perfumes, papel higiènico, esmalte de uñas, pintura para paredes, plantas de plàstico, palos de hockey, pròtesis mamarias, pañales, tubos fluorescentes, cartas de truco. BASTA, SHAKIRA, DE VENDERNOS TUS DIENTES CÀNDIDOS PHOTOSHOPEADOS! NO TE AGUANTO MÀS; TODAVÌA NO TE ALCANZA LA PLATA? NECESITÁS QUE TE PRESTE?

26 mayo
cuándo sabés que una pareja va a funcionar siempre?
cuando empiezan a parecerse físicamente.

 feb 23, 2015
"Hablar sobre música es como bailar sobre arquitectura" -- F. Zappa
La gente que se dedica a hablar y hablar y hablar sobre música; qué banda le gusta más que otra y por qué; y entonces viene otro y discuten por qué cada cual cree que su banda es la mejor, o quién tiene el mejor gusto musical.. Y entonces te mira, y vos, en el medio, no sabés qué se supone que tenés que hacer. Convencerlo de que está errado? De que está en lo correcto? "Venderle" la música que te gusta a vos?
Por qué debería partir de algún tipo de "razonamiento racional", valga la redundancia, una cuestión de gustos, inútil; infructuosa de discutir --una pérdida total de tiempo y saliva--?
Qué aburrimiento soberano, por favor... Y me persigue ese karma, claro. No me molesta discutir un tipo de pedal; menos aún -y de hecho me encanta-, hablar sobre la "historia del rock" (hábito con el que, de hecho, no consigo demasiada gente con quien compartir mis intereses; al menos por acá). Desde una cosa semi-objetiva, digo; compartir historias, anécdotas; investigaciones periodísticas. Pero el karma de tener alrededor gente que expone con pelos y señales sus propias afinidades melómanas, justificando el cómo y el por qué, una tras otra, hora tras hora, cual pavo real que exhibe sus plumas, a través de la palabra, es un ejercicio insoportable de presenciar, e imposible de almacenar en mi memoria RAM.... Parecen, por momentos, incapaces de abordar otros temas con seriedad, adultez; habiéndose quedado en el tiempo de teenager de bar post-secundario con tus amiguitos. Habiendo tantas cosas importantes, necesarias, de las que hablar (profundizando "en serio"). Como si para el resto fuese tan interesante estar al tanto de todos los discos de su discoteca y por qué los eligió.... Y que te plantea, desafiante. "A MÍ NO ME GUSTA tal cosa", como quien sentencia una verdad trascendente para el resto de los mortales.
Yo no entiendo por qué no agarran unos toc toc, o una viola, o una corneta, y se ponen a hacer música de una vez; que aprendan unos acordes, se vayan a practicar, y se dejen de joder. O que la escuchen, tranquis, a su rollo, y no molesten. Y si quieren hablar, o escribir, que escriban; no sé, que escriban una novela si les gusta la palabra; si tan bien manejan el discurso, y tal. La música no se trata de querer exponer verbalmente tu paladar personal y llevarlo a debate en bares, a los gritos. No puedo creer que estoy aclarando ésto. Esa necesidad constante de tratar de poner en palabras sensaciones personales producidas por sonidos puede ser tan estresante para algunos interlocutores cuya mejor virtud no es la paciencia, que gente como yo sale, de esos bares, literalmente contracturada, lamentándome, resignada, de mi viejo karma de terminar en bares hablando sobre el disco favorito de cada uno y por qué, pero a esta altura ya sé que es parte del juego; de la idiosincracia de la que no parecemos poder escapar generando nuevos paradigmas, planteando nuevas formas de comunicación ajenas a las que ya están recontra vencidas. Arengo a los Sres Lectores a que conformemos un grupo paralelo de melómanos en el que estén prohibidas frases como: "Cerati es un careta; el Indio es lo mejor"; "John Lennon, digan lo que digan, era mala persona, así que su música no la escucho", o "La mejor etapa de Los Estón es desde Majesties hasta el ´82; indudablemente"... BASTA YA! No nos interesa conocer su etapa favorita de Jimmy Page, ni si prefieren el timbre de Nina Hagen al de Siouxsie Sioux. NO LE INTERESA A NADIE todo eso, excepto a Uds mismos. Y así debe ser. Si yo no los molesto tratando de imponerles mis gustos, lo cual me tiene sin cuidado porque con escuchar lo mío yo estoy suficientemente satisfecha, no intenten evangelizarme Uds a mí, porque es inútil: Jamás nadie va a cambiar sus intereses tonales porque venga otro boludo a "convencerlo" en una mesita de bar. Respétenme, como yo los respeto. Conformen sus gustos, disfrútenlos, y no pretendan evangelizar a los demás. Escuchen lo que se les cante el upite y déjennos vivir tranquilos a los demás, que no les hicimos absolutamente nada. Propónganse en este nuevo año, si les entusiasma el proeycto que les propongo, ser un POQUITITO menos insufribles.
Habremos una larga fila de agradecidos/as.
Buena suerte!!!!

mayo 2015
a prop de ZAPPA PLAYS ZAPPA
Me llamó la atención la tranquilidad de la gente; ya no parecemos latinos, parecemos suecos en una ponencia sobre química orgánica en la universidad. Qué cazzo estamos analizando!?... No hay nada que analiizar. Estaba el hijo de Zappa haciendo los temas de su padre, y los ricos y top models de la PB, que no por tener más tarasca son los más fans, me pedían silencio y que me sentara... En qué nos convertimos, desde cuando yo era chica, que este público se caracterizaba por la calidez!? Yo tengo un término. Esnobismo intelectualoso. Gente que tiene al día la compra de sus revistas roqueras: un coquetísimo set de CDs o vinilos y la plata para ir a los mejores shows en primera fila (o las invitaciones y los contactos); siempre listos para subir el registro inmediatamente a su cuenta de Instagram, pero...  incapaces de disfrutar; de vivir la fiesta sin represiones; sin teléfonos, sin seriedad y análisis. Reprimidos, casi todos; no sé por qué. Pero hace tiempo que no veo a los porteños disfrutar de verdad en un evento de este nivel. Se toman todo demasiado en serio. Si hubo alguien que no fue serio... ese fue Frank Zappa! Y probablemente se hubiera reído de más de uno de éstos...  al margen -obviamente- de que, claro está: cada uno tiene la libertad de disfrutar como quiera. Pero que deje disfrutar al otro!!!

MI HOLA
Hola! Soy música. Me fiás?
Hola! Soy música. No tengo cambio
Hola! Soy música. Me bancás a la próxima quincena?
Hola! Soy música. Me prestás tu carpa?
Hola! Soy música. No tendrás un cacho de azúcar, por favor? Disculpá la molestia.

Hola! Soy música. No te mirarías mi videíto nuevo?  

Hola! Soy música. Pronto voy a tocar en un lugar re copado; no te lo pierdas!

Hola! Soy música. ¿Venís a verme tocar entonces? Ah.. se te complica? Tranca, no pasa nada.

Hola! Soy música. Qué hora tenés?

Hola! Soy música. Quereme...



Hola.

Soy camarera.

¿¿Qué le sirvo??

SOY IDIOTA: VOY A LA FACULTAD

Un docente te dice, muy suelto de cuerpo (y la mayoría anota, y da por sentado, y repite), que la música "no es el lenguaje universal, porque está condicionada por la cultura y sólo significa dentro de su entorno" (!?); y blabla, y vos tratás de plantearle que no coincidís; te escuchan un rato, pero tiene que terminar la clase, y la otra docente quiere que te calles, así que te calla (mientras a ella, con su "luminaria sabiduría", la escuchás 3 torturantes e insoportables horas todas las semanas)... Preguntale a Stevie Wonder, flaco, qué piensa de tu teoría... preguntales a los que saben hacer música. Ponele play a ese monumento llamado Songs in the Key of Life en el medio de Baghdad, y fijate si conmueve a la gente allá también o no... "Ah, no; pasada la frontera, no les llega igual que a uno de Brooklyn"... "Lo de que la música es universal es una trampa capitalista, que quiere venderte discos, para que no compres los de acá..." Callate! Ya sé chabon... Dos veces me dijeron lo mismo en dos materias distintas, el mismo día. Que ellos son los malos, nosotros los buenos. Pse... claro. Si gracias al maldito mercado puedo escuchar a Nick Drake o música de la India en vez de fumarme la cumbia villera, que igual me tengo que fumar, habrá que agradecerle al mercado; yo qué sé... Las teorías conspirativas así radicales 100% sin grises me tienen verde!... 8 años escuchando charlatanes, charlatanes, charlatanes. Estar ahí es un masoquismo inexplicable que debería ser analizado por psicólogos; desconozco profundamente por qué lo hago, además de que me gusta participar y estudiar (si me dejan), y de que es estatal. Me voy con Stevie, tonto... Y, como decía Zappa, "hablar de música es como bailar de arquitectura"... No tiene mucho sentido; partamos de esa base. Qué hartazgo que se vayan los años escuchando monólogos déspotas a cambio de un insignificante papel... Y éstos 2, 3, 40 tipos; que creen que saben más de música que Stevie Wonder. ¿Tanto me odio? ¿Por qué lo hago, dios, por qué!!??


LINDÍSIMA LINDA (Ago, 2013)
incluso habiendo sido una NADA DESPRECIABLE tecladista, gran cocinera, sùper activista, haber cargado en la panza y parido 4 niños y, por supuesto, haber sido una excelente fotògrafa, siempre, de una u otra forma, fue vista como "la mujer de". sin embargo, esta mujer por sì solita hizo muchìsimas cosas. en inglaterra la criticaban porque le importaba un cazzo depilarse: ¡¿còmo iba a OSAR ser la mujer del soltero màs codiciado del planeta y ponerse una pollera que mostrase sus pantorrillas con pelusa?! ¡y enfrentar a los britànicos; la elegancia (cof, cof) britànica!... rara vez se maquillaba y fue una promotora de los derechos animales con unos ovarios del tamaño de tu casa y la mìa juntas, entrenada como pocos para esquivar burlas y risotadas despectivas. està claro que no vamos a echarle la culpa a paul, con quien serìa difìcil comparar a cualquier ser humano en cuanto a talento (cualquiera perderìa)... sin embargo, por algùn motivo siempre las mujeres quedan opacadas, relegadas al caràcter de "sombras"; siempre hay un airecillo de descreimiento de que lo que vayan a ser estè realmente "a la altura" de lo que hace un hombre, particularmente en el camino de las artes. piensen, sino, en los pintores que nos enseñan y enseñaron: picasso, dalì, mirò, matisse, delacroix, miguel àngel.... difìcilmente nos nombren a alguna mujer (para quien, por ejemplo, dedicarse a pintar en el sXVIII era una empresa casi imposible de lograr, mientras, a los hombres, si tenìan èxito en la pràctica, los promovìan, financiaban, y, claro, felicitaban una y otra vez por sus destacables talentos). el hombre es percibido de una manera si es gracioso y hace chistes, mientras la mujer que lo haga, va a ser percibida como algo raro. el tipo que hace mùsica seduce a las chicas y està bien que asì sea; la mujer que lo hace, es sòlo una "amateur" (palabra que, igual, no està nada mal tampoco. pero no se equipara a ese mote de artista "profesional"). la mujer ha sido relegada durante centenios y va a costarle siempre mucho màs ganarse el respeto o el interès, como artista, que al novio o marido de turno. sin mencionar que enfrentarse a una legiòn de groupies enojadas de por vida no debe ser tarea demasiado sencilla.


BASTA DE CICLOS DE CHICAS... CREZCAMOS...
Detesto los CICLOS DE CHICAS; "chicas músicas", "chicas escritoras", "encuentro de chicas que pintan", "las chicas tambiénb sabemos tocar la batería". Detesto el día internacional de la mujer. Detesto lo mucho que creemos como sociedad que estamos avanzados en la igualdad de género y los mismos boludos que se lo creen hacen exactamente lo opuesto que la igualdad: evitar MOTES; evitar GHETTOS; evitar CICLOS BOLUDOS. "CICLO DE VARONES QUE TOCAN EL PIANO y CICLO DEL MONO QUE ANDA EN PATINETA". ¡VENGA CON TODA SU FAMILIA, Y VEA CÓMO NO UNA: 5 MUJERES SABEN HACER MÁS COSAS ADEMÁS DE LAVAR LOS PLATOS. ¿ESTÁ UD. PREPARADO? SERÁ UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE!! Pero.. váayanse a cagar. Y las minas que aceptan hacer eso son precisamente, precisamente las que siguen sin entender; las que siguen haciendo todo mal. Y, sin un poquitito más de esfuerzo, dudo que dejemos de ser monitos de circo algún día. Sólo que los monos no lo eligen; ustedes sí. ¿Nos da miedo, como mujeres, encarar lo que históricamente encararon los hombres, si no es en "gang" (patota); escondidas una atrás de la sombra de la otra? ¿Tan poca fe nos tenemos como fuerzas creadoras? Las pocas veces que alguien se percató de que existo y me quiso invitar a CICLOS DE MINAS, dije que no, siempre, sin dudarlo. No me gusta cagar al resto. Me daría vergüenza ajena participar. Todo el asunto, que obviamente se hace fuerte y va a persistir por mucho tiempo más, me resulta muy frustrante y terriblemente embarazoso.
¿En serio no nos da el cuero para más?
Desde ya; los hombres (no todos) no son inocentes en ésto. El rock es "su" lugar y no van a entregarlo así nomás... el clásico "sexo, drogas, rock and roll, campera de cuero, merca, minitas; hacerme el langa aunque mi música es una cagada" estos nenitos bien de tapa de revista y todo el mercado boludo atrás no van a parar. Lo imperdonable es que las minas no tengamos mejor idea que contraatacar con "Las Primas". Hay que mezclarse; hay que romper con esa barrera "USTEDES/NOSOTRAS". Laa dinámica debería ser: "Nos juntamos entre aquellos a quienes el género nos da OLÍMPICAMENTE LO MISMO". El punto es tocar con buenos músicos; a mí me da imperialmente lo mismo si son mujeres u hombres. Quizás si son minas da como una satisfaccioncita más porque "bien; nos estamos igualando un poco más", pero, si es buen músico y quiero tocar con él, no voy a discriminarlo porque sea hombre. El punto está en mirar más allá del género; eso NO IMPORTA. Como en el ska: basta de bandas de blancos, bandas de negros. Bandera blanca y negra. A mezclanos todos y a la mierda!

El punto como músicas no es cómo nos veamos, cómo nos vendamos, lo sensibles o femeninas que nos mostremos; cuántas flores colguemos de nuestras cabezas, si nuestros vestidos caen de forma sutil sobre nuestras nalgas, si alguien nos puede diseñar una MALLA PARA TOCAR EN VIVO (pero los hombres no tocan el calzones!!! injusticia), o si las gotas de lluvia melancólicamente acompañan lo suficiente el tono de nuestra canción etérea y triste sobre el vidrio de un barcito gris de villa Crespo; o si tomamos la decisión estética de dejarnos las uñas pintadas o despintadas. La apariencia debería ser lo ÚLTIMO que nos interese; no digo que NO INTERESE, pero si lo hace que sea al final. En otras palabras, no puede primar FEMINIDAD por sobre CALIDAD. La feminidad, el vestido; EL HECHO DE SER MUJER, no son una cualidad en sí; pueden ser una consecuencia, pueden ser cómo nos adornemos, pueden ser lo que nos guste ponernos; puede ser que nos encante (como nos encanta) pertenecer al género (por su sensibilidad, entre otras tantas cosas); puede ser que, además de hacer música, resulte que somos mujeres. Pero no podemos pretender vender lo que hacemos POR EL HECHO de ser mujeres. Es un grosso error, abominable, que, insisto, me da bronca y vergüenza, por lo estúpido y por lo retrógrado. Es como aquellos que votaron a Obama por ser negro; como si esa fuera la cualidad, y, precisamente eso, es lo más xenófobo y prejuicioso de todo. Acá lo único que interesa tanto para una mujer como para un hombre músicos (insisto), SIEMPRE POR ENCIMA de los banderines de colores hippies que nos colguemos etéreamente o no del ANO, es ¡¡¡¡HACER BIEN LA MÚSICA!!!!!! ¡¡¡¡FIN DE LA CUESTIÓN!!! ¡¡¡¡¡Lo entiende un nene de 5 años!!!!!! ¡¡¡¡POSTA!!!



Comparto en gran parte; pero ni siquiera me asomo a esbozar el tema de la superioridad de un sexo sobre otro. No pretendo plantear nada por el estilo. Tan sólo la voy en contra de enghettarnos como muñequitas de torta; y creo, y en eso estoy con vos, que buscar igualarse reproduciendo el modelo del sistema masculino (bandas de hombres = contraatacamos con bandas de minitas) es contraproducente. ACLARO: si 5 minitas se juntan y quieren hacer música, y casualmente son minas, y casualmente les gusta hacer música entre ellas, golazo; libertad, obviamente (aclaración tonta). Justamente, se trata de NO OBLIGARSE A NADA- Planteo ésto en relación a los ciclos "CHICAS QUE HACEN ROCK", y demás backwardeadas salames.

A response to Abby and Robbie Martin criticism on Sam Harris - may2016
If, of all words, to refer to Sam Harris, you choose "dumb"... That speaks more about yourself than about him, and points out who´s the "real dumb" here. Because-if you don´t agree ith the guy it´s all well, but, boy, if there's something Harris is not --that's DEFINETELY "dumb". COME ON. Don't take US as dumbs... please... You can't call THAT GUY brainwashed. Come on... Call Hannity brainwashed, I mean... i don`t know! Call Elizabeth Hasselbeck brainwashed stupid or dumb.. that`s fine. But Harris... Second, I'm sorry man, but if you use the word "like" every half a second, that says a lot about your own lack of expressive tools. Still: far more interested in hearing Harris than you guys. Sorry.... Last, exactly: Go on vacation to Syria for a month, if you`re so sure Islam is that harmless. Do it, and THEN we talk. It`s easy to say stuff when you`re comfy in your couch at you air conditioned house or whatever, in the "civilized" world. Come even to my country, Argentina, which is "pretty civilized" compared to the Middle East but, let me tell you, it is not for everyone... That´s for sure, and, let me tell you, not every American can deal w/ a country like mine when they come here. PS, As far as I've heard Abby Martin giving speeches and stuff, she sometimes says accurate, pretty wise things. I'm not against her, nor free speech, nor ibertarianism, nor socialism, etc -in fact, I'min favour of those-. But this one is just too much regressive, yeah. Too dumb. I'm disappointed... But, hey, freedom of speech everybody! So, it is not that I'm against Abby Martin--and I'm not an Islamophobic, neither. But let`s be honest enough to say: it is a very, VERY, tough issue. Not as simple as these Martin siblings -who seem to have all the answers- paint it to be. So, thanks for pointing that out in this video.


mayo 2016. facebook
Ahora que volví de Barna retomo alegremente un hábito que sé que todos estaban extrañando enormemente porque no pueden vivir sin saberlo; y es el reporte periódico de las novedades de Bernie que tanto les afectan profundamente. Les cuento que hoy quisieron atacarlo en Oakland, CA; por suerte los patovas se pusieron las pilas y no pasó a mayores. A medida que el viejo gana más popularidad la cosa se pone jevi. No va a ser nada fácil esto.


abr2016 / Revista LAx





Links a notas:



STREET ARTE BA para Página/12
 

CINE MALBA , F. M. Peña

para Página/12

ALPHA BLONDY para Página/12


LA FÀBRICA para Página/12


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JEAN-MICHEL BASQUIAT para Dadá Mini

BRIAN WILSON para El Blog de Aneeta

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